plantas medicinales
jueves, 26 de marzo de 2015
Los efectos de una fractura por osteoporosis llevan consigo una elevada mortalidad y morbilidad. Las alternativas con las que contamos hoy para diagnosticarla con precisión y para tomar medidas preventivas motivan esta revisión, en la que se hace énfasis en el rol de la vitamina D.
La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por baja densidad ósea y deterioro de la micro-arquitectura del tejido óseo, que lleva a la fragilidad ósea y a un aumento en el riesgo de fracturas.
La actividad física contribuye a la disminución del riesgo de fracturas al aumentar la fuerza del hueso aumentando la densidad ósea, mejorando la calidad del hueso y disminuyendo el riesgo de caída. En el envejecerte se debe promover mejorar la fuerza muscular y el balance.
Calcio y vitamina D
La deficiencia de calcio y vitamina D contribuye a la alteración de la remodelación y de la integridad del hueso. Se ha reportado deficiencia de calcio y vitamina D en la población de envejecientes y en las mujeres pre menopáusicas. Aunque pocos estudios han investigado la contribución de la vitamina D en la masa ósea y las fracturas, recientemente se ha confirmado su importancia. Ninguna terapia puede funcionar si no hay niveles adecuados de calcio y vitamina D.
La vitamina D tiene un papel muy importante en la salud de la mujer, especialmente durante la pre y post menopausia. La “pre-hormona” de la vitamina D existe en dos formas: la forma de origen vegetal (ergocalciferol-vitamina D2) y la de origen animal (colecalciferol-vitamina D3). La mayor cantidad de la vitamina D (vitamina D3) se sintetiza en la piel al estar expuesta a la luz ultravioleta–B (UVB). Luego se hidroxila en el hígado y en el riñón. Este mecanismo es regulado por la hormona paratiroideda (PTH) para mantener niveles de calcio adecuados.
La vitamina D se comporta como una hormona autocrina y su acción influye sobre múltiples tejidos: Hay evidencia científica de la contribución del tratamiento farmacológico para la prevención de la osteoporosis con el fin de evitar o disminuir el riesgo de fracturas.
¿ cuales son las condiciones para tener un viñedo ?
Paso 1: Limpie el terreno, tanto de restos vegetales como de piedras.
Paso 2: Prepare el terreno en otoño, principios de invierno. Una labor profunda que descompacte el suelo para facilitar el desarrollo de las plantas jóvenes.
Paso 3: Seleccione la variedad que desea plantar y contacte con el vivero. Asegúrese de que es planta certificada y que está exenta de virus. Amplíe información en Variedades de Vid y en Elección de la Variedad de Viña
Paso 4: Realice un pequeño plano sobre el papel para saber aproximadamente dónde y cuántas plantas necesita. Consulte el post sobre ¿Cuántas plantas de vid caben en mi terreno?
Paso 5: Marque con tutores en el terreno el emplazamiento definitivo de cada planta, asegúrese de dejar espacios de paso para maquinaria.
Paso 6: En primavera, una vez recibidas las plantas, realice los hoyos de plantación. Introduzca las plantas, tápelas bien con tierra fresca y apórteles agua. Asegúrese de que las plantas mantienen húmedas las raíces hasta que empiecen a brotar. Aplíqueles agua semanalmente si es necesario.
Paso 7: Aplique un fertilizante base como 10-10-10 o 15-15-15 a razón de 15 gramos por planta con el fertilizante diluido en 10 litros de agua. 10 litros de mezcla por planta.
Paso 8: Repita la operación de riego + fertilizado cada 15 días durante los meses de verano.
Paso 9: Mantenga la parcela limpia de malas hierbas.
Paso 10: Observe las plantas para que estén sanas. Detecte manchas en hojas, hojas comida y realice algún tratamiento fitosanitario durante el verano.
En condiciones normales debe de tener las primeras uvas en la segunda primavera después de la plantación.
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